El Modelo 130 es una declaración tributaria en España que utilizan los autónomos y profesionales para pagar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de manera trimestral. En esta declaración, los contribuyentes deben detallar sus ingresos y gastos para calcular la base imponible y, por ende, el monto a pagar a hacienda. Sin embargo, no todos los gastos son igualmente deducibles, y algunos caen en la categoría de «gastos de difícil justificación«. En este artículo, explicaremos qué son estos gastos, por qué son importantes y cómo gestionarlos adecuadamente en tu Modelo 130.

¿Qué son los gastos de difícil justificación?

Los gastos de difícil justificación son aquellos que, según la Agencia Tributaria, requieren un mayor escrutinio y documentación para ser aceptados como deducibles en la declaración del IRPF. Estos gastos suelen ser aquellos en los que la relación directa con la actividad económica no es inmediatamente evidente o en los que la documentación es insuficiente para demostrar su legitimidad. La inclusión de estos gastos en la declaración de impuestos podría ser objeto de una revisión más detallada por parte de la Agencia Tributaria.

Ejemplos de gastos de difícil justificación

Comidas y entretenimiento: Los gastos relacionados con comidas y entretenimiento pueden ser considerados gastos de difícil justificación si no se demuestra claramente su relación con la actividad profesional. Es importante conservar los tickets de compra y anotar los nombres y motivos de las reuniones.

Gastos de teléfono e internet: Si utilizas tu línea telefónica e internet para fines profesionales y personales, es fundamental separar claramente los gastos relacionados con tu negocio. Mantener registros detallados de tus comunicaciones comerciales puede ser crucial.

Vehículo personal utilizado para la actividad profesional: Si empleas tu coche personal en tu negocio, debes calcular con precisión los gastos relacionados con el uso profesional y mantener un registro de los kilómetros recorridos con fines comerciales.

Material de oficina y suministros: Los gastos en material de oficina pueden caer en esta categoría si no se demuestra su relación con la actividad profesional. Conservar facturas y justificar el uso es esencial.

Consejos para gestionar los gastos de difícil justificación

Mantén registros precisos: La clave para justificar estos gastos radica en la documentación. Conserva cuidadosamente todas las facturas y recibos relacionados con tus gastos profesionales. Utiliza un sistema de archivo organizado.

Distingue entre uso personal y profesional: Es fundamental separar claramente los gastos personales de los profesionales. Esto se aplica especialmente a teléfonos, vehículos y otros activos compartidos.

Utiliza herramientas de gestión financiera: Las herramientas de contabilidad y gestión financiera pueden simplificar la tarea de rastrear y documentar tus gastos profesionales.
Consulta a un asesor fiscal: Si tienes dudas sobre qué gastos son deducibles o cómo justificarlos adecuadamente, no dudes en buscar la orientación de nuestros asesores fiscales. Ellos pueden proporcionarte consejos específicos para tu situación.